La experiencia de hacer paisaje es sintetizada a través de la representación, en un conjunto de sistemas que de alguna manera clasifican, organizan y sintetizan la información, le dan forma, traduciéndola en una visualización, ("fórmulas" visuales, nomenclaturas, simbologías). Desde el diseño, aparece la noción de nomenclatura gráfica referida al conjunto de códigos visuales que permiten organizar el conocimiento y re-construirlo (haciéndolo legible) desde la imagen.
Desde la geografía, la acción de codificar, se relaciona con una taxonomía, en tanto esta refiere a métodos y principios con finalidad de clasificación u ordenación de la información.
En geografía, la acción de codificar se manifiesta en la clasificación taxonómica, que busca ordenar unidades geográficas en base a un sistema jerárquico. La definición de categorías taxonómicas, tanto de unidades geomorfológicas como de tipos de suelos, se realiza en función de sus propiedades, tomando en cuenta el origen y los procesos de formación de estos, clasificándose en niveles superiores cuando sus atributos son más generales, o en niveles inferiores si estos son más específicos y se circunscriben a los superiores. De este modo, se identifican clases, órdenes, grupos, familias y series. En este estudio, dadas las escasas precipitaciones y altas temperaturas, nos encontramos predominantemente con suelos áridos, poco desarrollados y ausentes de materia orgánica, identificando tres órdenes principales de suelo: los molisoles, que corresponden a suelos grises, presentes principalmente en la zona cordillerana o altiplánica; entisoles, suelos rojos, como resultado de procesos de oxidación de sus minerales, propios del Desierto de Atacama; y los aridisoles, suelos pardos-rojizos presentes en la costa y la precordillera. En la categoría de grupos, nos encontramos con suelos de tipo regosoles, presentes en terrenos erosionados, particularmente en zonas áridas y en terrenos montañosos, por lo que no poseen un desarrollo significativo de su perfil edáfico; leptosoles, suelos someros, extremadamente gravillosos y/o pedregosos, los cuales son particularmente comunes en zonas montañosas; alisoles, que presentan un mayor contenido de arcilla en el subsuelo superficial, presentes principalmente en climas húmedos, pero que se han desarrollado en el sector de El Tatio; y solonchaks, con altas concentraciones de sales solubles, presentes en las áreas salinas, como en el Salar de Atacama.
Codificar
